martes, 11 de diciembre de 2012

JUGUETES

Aprovechando el artículo publicado días atrás sobre la carta a los Reyes Magos de Oriente, se nos ha ocurrido facilitar el trabajo de Sus Majestades y para ello os proponemos una serie de "recomendaciones" a tener en cuenta a la hora de escoger el regalo que pediremos para nuestros hijos.

 
¿QUÉ TIPO DE JUGUETES TENGO QUE BUSCAR SI MI HIJO TIENE entre 4, 5 y 6 AÑOS?

Estimular la motricidad fina.
En esta etapa su precisión y habilidad manipulativa mejoran tremendamente. Las miniaturas, manualidades, juegos de construcción y juegos de habilidad le permitirán practicar y mejorar la coordinación y la fuerza de manos y dedos.

Consolidar la lateralidad.
Es el momento de consolidar los conceptos derecha-izquierda y asimilarlos tanto en el propio cuerpo como en otras personas u objetos. Los juegos de construcción, las manualidades y muchos juegos de mesa pueden ayudar a consolidar estos aprendizajes.

Fomentar la creatividad y la imaginación.
En esta etapa los niños/as son tremendamente creativos y sus invenciones y creaciones cobran todo lujo de detalles. Son adecuados para estimularla los juegos simbólicos (ahora más complejos y detallados), además de las construcciones, manualidades, etc.

Facilitar el aprendizaje de debatir, negociar y resolver conflictos.
Ha de acostumbrarse a debatir y negociar con sus iguales, para resolver conflictos o llegar a acuerdos. Los juegos de roles e imitación estimulan el lenguaje y ejercitan la habilidad de ponerse en el lugar del otro. Muchos juegos de mesa implican negociar o debatir y otros plantean conflictos y son una buena oportunidad para aprender a resolverlos.
Aprender habilidades de cooperación y competición. Los juegos compartidos son una excelente oportunidad para desarrollar estrategias de cooperación y para aprender a perder.

Ejercitar la lecto-escritura y las habilidades gráficas.
En el mercado hay muchos juegos para ejercitar el trazo, incrementar el vocabulario, etc.
Le ayudaremos proporcionándole juguetes, situaciones u otros estímulos que le permitan:
En esta etapa el niño/a empieza a asumir pequeñas responsabilidades; su memoria y su atención son mucho mayores, conversa con fluidez, consolida sus capacidades lecto-escritoras y se muestra más independiente, aunque todavía necesita mucha ayuda del adulto para organizar su vida y tomar decisiones. Sigue disfrutando mucho con la actividad lúdica; el juego simbólico y de movimiento aún tiene un papel relevante, pero se incrementa considerablemente el interés por los juegos de reglas, las manualidades, las construcciones y los videojuegos.

Mejorar capacidades cognitivas.
Muchos juegos de mesa y construcción ejercitan la memoria, la atención, la reflexión, el razonamiento y la concentración. Ejercitar estas capacidades de manera divertida es una forma de prepararse para abordar tareas escolares, etc.

Afianzar conceptos temporales.
Son adecuados juegos y actividades que le permitan familiarizarse con los calendarios, las agendas, los relojes, los horarios, las secuencias temporales, etc.

Adquirir hábitos de vida saludables.
Muchos juegos de imitación y algunos de reglas nos recuerdan la necesidad de lavarse los dientes, compartir responsabilidades domésticas... El refuerzo de estos valores a través del juego contribuye a su asimilación.

Fomentar la curiosidad y el aprendizaje.
Muchos juegos abordan conocimientos escolares de forma divertida y pueden ser una excelente oportunidad para repasarlos e incrementar su curiosidad por aprenderlos.

Consolidar una actitud respetuosa con el medioambiente.
Un gran número de juegos de imitación ayudan a escenificar acciones relacionadas con el reciclado, el aprovechamiento de los recursos o el respeto por la naturaleza. También algunos juegos científicos y de reglas ayudan a comprender este tipo de necesidades y su relación con el entorno.

Favorecer la expresión corporal y la dramatización.
Las capacidades expresivas se incrementan mucho en esta etapa, y los niños/as disfrutan especialmente con juegos de dramatización, mímica, bailes, etc.

Estimular el ejercicio físico y el no sedentarismo.
Su capacidad y coordinación motora está ya muy desarrollada y muchos juegos deportivos, de baile o que impliquen movimiento, pueden contribuir a que se habitúe a una vida más activa y menos sedentaria. Las bicicletas y las pelotas siguen siendo las eternas protagonistas en esta etapa. 

Reforzar la autoestima.
Los juegos que permiten a los niños/as conseguir un objetivo satisfactoriamente, les ayudan a sentirse bien con sus capacidades y a ser conscientes de sus progresos.
Aquellos que tienen varios niveles de dificultad son excelentes para proponer retos lúdicos de forma progresiva y alcanzable para ellos.

Transmitir actitudes de solidaridad y tolerancia.
Los juegos compartidos (simbólicos, de reglas-) favorecen la socialización y la adquisición de actitudes de respeto y tolerancia.

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