Ya en casita; Qué rápido ha pasado, con lo que ha tardado en llegar, supongo que por esperado. Ha sido un verdadero privilegio pasar estos dos días con vuestros hijos. Os resultará exagerado leer tal afirmación después de tres años juntos en clase, pero creed que es cierto. Les hemos visto hacer cosas que sólo intuíamos, que apenas nos habían mostrado o que simplemente habíamos pasado por alto. Nada tiene que ver lo vivido en esta experiencia con el día a día del aula, ni siquiera con las excursiones y salidas disfrutadas con anterioridad. Comer juntos y revueltos con los compañeros de las clases de al lado, ayudar al otro a enfundarse el traje de astronauta que nos protege de las abejas, estar pendiente de que no le quede una rendija por donde pueda entrar una, esperar pacientes a que nuestro amigo de delante se lave las manos para que yo pueda hacerlo después, con el hambre que tengo, ayudarle a buscar el calcetín perdido o a cerrar la maleta, prestarle la mano de mi peluche para que duerma tranquilo o darle la mitad de mi maíz para que los dos podamos dar de comer a las gallinas. Nada de lo que habéis leído es inventado ni agrandado. Todo lo han hecho vuestros hijos, nuestros alumnos. Todo ha pasado y volverá a pasar el curso que viene con los niños que vayan.
Sólo podemos agradeceros, papás y mamás de "lospequesdelcole", el haber podido disfrutar de estos niños y el tener la oportunidad de conocerlos un poquito mejor. Tened la certeza de que, mañana no, y seguramente pasado mañana tampoco, pero algún día también ellos os lo agradecerán de alguna forma. Hasta que ese momento llegue, que llegará, seguid dándoles oportunidades y disfrutando de ellos.
No quisiéramos terminar sin dar las gracias también a Jesús, Lola, Edurne y Cristina, los monitores que tan fenomenalmente nos han recibido en su casa y tan bien nos han tratado, tanto a nosotros como a los niños.
A descansar chicos, os lo habéis ganado. Nos vemos en clase
Un pirata, una esquimal y un vikingo