martes, 16 de octubre de 2012

EL CHUPETE Y EL HABLA

No por repetirlo y recordarlo deja de tener importancia. El que ahora exponemos es un problema que nos preocupa en la escuela

El uso del chupete puede perjudicar al habla de los niños

Es necesario estar atentos cuanto a los problemas que pueden causar el uso descontrolado del chupete. Está comprobado, a través de muchos estudios, que el chupete puede comprometer a la dentición y favorecer la incidencia de bacterias. Pero el problema puede que vaya más allá pues al comprometer a la dentición, consecuentemente perjudicará al habla del niño.

Para una correcta articulación de los fonemas, es necesario que el niño tenga una boca normal, es decir, con los dientes bien encajados.

Los chupetes también pueden hacer con que el bebé se acostumbre a respirar por la boca, alterando así la producción de los sonidos. Eso ocurre porque el bebé que mama en el pecho desarrolla la musculatura responsable por los movimientos de succión, deglutinación y respiración. Los que usan el biberón no necesitan hacer tanto esfuerzo para chupar la leche.

Recientemente, el ministerio de salud de Brasil determinó que los fabricantes de chupetes y biberones serán obligados a alertar al consumidor sobre los problemas causados por el uso del producto. Los productos deberán llevar una etiqueta con una advertencia: “El Ministerio de Salud informa. El niño que mama en el pecho no necesita de biberón o chupete. El uso de esos productos perjudica al amamantamiento, y su uso prolongado perjudica a la dentición y al habla del niño”. Lo que se pretende con eso es concienciar a la población sobre el posible mal causado por los productos.

                                                 Artículo obtenido de "guiainfantil.com"


En la misma linea que el anterior artículo, hacemos referencia a un estudio publicado en 20minutos.es que dice lo siguiente:

El uso de chupetes perjudica el habla de los niños

"Los investigadores evaluaron las asociaciones entre los hábitos de succión y alimentación y los trastornos del lenguaje en preescolares de entre tres y cinco años. Los resultados mostraron que retrasar el uso del biberón hasta que el niño tenía al menos nueve meses reducía el riesgo de desarrollar trastornos del lenguaje en edad preescolar.Por otro lado, los menores que succionaron sus dedos o utilizaron un chupete durante más de tres años mostraron ser hasta tres veces más propensos en el desarrollo de trastornos del lenguaje. Los efectos perjudiciales de estas conductas se concretaron en dificultades para pronunciar ciertos sonidos de palabras o para simplificar su pronunciación.
La hipótesis de los investigadores se basa en que los niños, cuando se chupan el dedo o usan de manera habitual chupete o biberón, no ejercitan todos los músculos de la cavidad oral. Esto impide que no desarrollen completamente la capacidad para el habla.
Por el contrario, durante la lactancia materna, el bebé ejercita todos los músculos de la boca, cara y la lengua, y logra una mejor capacidad de habla.
Estudios anteriores ya habían revelado que el amamantamiento es beneficioso en el desarrollo de la respiración coordinada, el acto de tragar y la articulación del habla.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) considera que ya en la segunda mitad del primer año se debe comenzar a limitar su uso."

                                                       Artículo obtenido de "20minutos.es"

De todos modos, no pensemos que al retirar el chupete está todo solucionado: debemos tener en cuenta:

Chuparse el dedo conlleva peores consecuencias que con el chupete.-

Por mucho que exista la percepción de que chuparse el dedo es un acto natural y, por lo tanto saludable, lo cierto es que los especialistas coinciden en que es bastante más peligroso llevarse el pulgar a la boca.
Por un lado, las tetinas y chupetes son más fácilmente esterilizables que las manos de los niños; en contacto permanente con agentes contaminantes. Por otro, la superficie de los dedos es más dura que las tetinas convencionales, fabricadas en látex o silicona, lo que eleva el riesgo de lesionarse la mucosa bucal (arañazos, infecciones...) o el propio dedo (callosidades, úlceras, maceración de la piel, heridas locales...).
Además, en lo referente a la dentición, si bien el chupete está asociado, fundamentalmente, al desarrollo de la mordida cruzada posterior; un problema que, en muchas ocasiones puede ser reversible al dejar de usarlo, el hecho de chuparse el dedo acarrea muchos otros problemas en la alineación dental. Aparte de favorecer la mordida abierta, la presión que ejerce el pequeño al succionar el propio dedo, repercute en una elevación excesiva de la bóveda del paladar, al tiempo que se va estrechando paulatinamente la arcada maxilar. Esta deformación, que los especialistas denominan paladar gótico dificulta no sólo las funciones de masticación y deglución de los alimentos, sino que, además, puede repercutir negativamente en el desarrollo del habla y la pronunciación del pequeño.
De hecho, estas alteraciones no revierten espontáneamente y suelen requerir la intervención del odontopediatra más pronto o más tarde. Por otro lado, los expertos señalan que, al fin y al cabo, este hábito es mucho más difícil de controlar, y erradicar llegado el momento oportuno, que tirar el chupete a la basura.

Si después de leer estas lineas, considerais conveniente retirar el uso del chupete, os proponemos unos truquillos y un sencillo cuento con el que podemos ayudar a nuestros hijos a separarse del preciado objeto:

Trucos para retirar el chupete.-

  1. Sea la interrupción brusca o paulatina, no se debe recurrir a castigos.
  2. La estrategia de untar la tetina con sustancias de sabor desagradable (vinagre, pimienta, limón...) suele dar buen resultado.
  3. Puede inventar una historia en la que algún personaje de ficción se lleve el 'tete' a cambio de un regalo.
  4. A veces, el chupete puede olvidarse en el lugar de vacaciones o perderse en la calle.
  5. Cortar la tetina o pincharla para que la sensación de chuparla no sea placentera disuade a muchos pequeños.
  6. A los más mayores les puede convencer su pediatra, explicándoles por qué deben dejarlo.
  7. La decisión ha de ser firme. Una vez que el niño abandona el chupete se acordará de él y volverá a pedirlo, pero hay que dejar que pase el 'síndrome de abstinencia'.

                                                                              "odontologiapediatrica.com"

¡Adiós al chupete!Marta Munté Vidal
Adiós al chupeteCuando era pequeño, Carlos llevaba chupete todo el día, pero ahora es más mayor y mamá le ha dicho que debe aprender a ir sin él, ¿quieres saber cómo lo consigue? Levanta las solapas, juega con las lengüetas de este divertido libro y descubre unas cuantas formas originales de decir adiós al chupete.


                                                                                 "guiainfantil.com"

                                                                                                

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